jueves, 26 de abril de 2012

Veintiséis de abril.

Hoy, hace horas, puedo decir que he vivido uno de los momentos que nunca olvidaré por eso pongo este texto de Rodolfo Alfonso:
Vive a la plenitud.
Vive la vida por completo, cada minuto,
cada momento.
Vive la vida con sus alegrías y tristezas.
Vive cada rayo de sol y cada brillo de las estrellas.
Vive el sonido del mar y trinar de las aves.
Vive el viento y la tormenta.
Vive al máximo tu existencia.
Vive la vida que te haya tocado vivir.

A veces, es un día especial y basta saber que te importa demasiado lo que va a pasar, para que todo vaya al contrario de como quieres que vaya.
Hay cosas que suceden que afectan negativamente a tu vida y cuando menos querías que explotasen, explotan y aunque creías tenerlo controlado las reflejas de una manera inadecuada e irremediable.
Me preparo para la ocasión y cuando va a comenzar el proyecto no soy capaz de llevarlo a cabo simplemente porque los demás  han hecho que algunos de sus textos se vincularan demasiado conmigo. Y me alegra.  
Ves como una niña de doce años escribe poemas, otro que cuenta que la vida son fotografías que guardamos en nuestra mente y ves  como los demás recitan o leen y estás con personas con las que compartes tu vida, era la ocasión perfecta para estar alegre.
Llorar en una de estas ocasiones es inútil porque como tú dices Antonio ‘’cada momento es único e irrepetible’’ y este sin duda, lo era, pero al igual que para algunos ha transmitido alegría a mí me ha transmitido otras cosas, pero me ha transmitido y es en lo que consiste.
No era uno de mis mejores textos, ni he logrado que llegara a lo demás y me entristece, pero sin duda alguna he podido comprobar que esto es de verdad importante, y no solo eso, sino que me ha hecho en el último instante armarme de valor y salir a leer.
 A pesar de todo me ha hecho saber que era más fuerte de lo que creía y cuando estaba leyendo, me he dado cuenta.
Gracias una vez más Antonio, a ti, y a todas las personas libro y lectoras del proyecto, para mí este día va a ser memorable siempre.

miércoles, 18 de abril de 2012

El sueño.

Si el sueño fuera (como dicen) una tregua,
un puro reposo de la mente, ¿por qué si
te despiertan bruscamente, sientes que 
te han robado una fortuna?, ¿por qué es
tan triste madrugar? La hora nos despoja 
de un don inconcebible, tan íntimo que 
solo es traducible en un sopor que la
vigilia dora de sus sueños, que bien
pueden ser reflejos truncos de los 
tesoros de la sombra de un obre 
intemporal que no se nombra y que 
el día deforma en sus espejos. 
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?
J. Luis Borges

jueves, 12 de abril de 2012

La rebelión de las masas.

“En la escuela, cuando alguien notifica que el maestro se ha ido, la turba parvular se encabrita e indisciplina. Cada cual siente la delicia de evadirse a la presión que la presencia del maestro imponía, de arrojar los yugos de las normas, de echar los pies por alto, de sentirse dueño del propio destino. Pero como quitada la norma que fijaba las ocupaciones y las tareas, la turba parvular no tiene un quehacer propio, una ocupación formal, una tarea con sentido, continuidad y trayectoria, resulta que no puede ejecutar más que una cosa, la cabriola”.
Ortega y Gasset.

Antonio, primero darte las gracias por el poema de París ''Postal del cielo'' que nos has dedicado, es realmente precioso. También decirte, no por lo que algunos pensarían que lo hago sino por verdadero afecto, que aunque no lo creas en 1º de bachillerato (y hablo por mí) ya se echan en falta tus clases y pongo este texto, porque al contrario que yo, hay quienes (con el máximo respeto) ven tus horas como una presión y no como una forma de expresarnos libremente y de aprender.