martes, 14 de febrero de 2012

Federico Moccia.

Y comprender que tal vez amar es otra cosa. Es sentirnos ligeros y libres. Es saber que no pretendes apropiarte del corazón del otro, que no es tuyo, que no te toca por contrato. Debes merecerlo cada día. Y se lo dices. Se lo dices a él. Y eres consciente de que hay respuestas que quizás deban cambiarse. Es precioso partir para volver a encontrar el camino.
Me coge por un brazo y lo aprieta con fuerza. Porque cuando alguien a quien quieres se te va, intentas detenerlo con las manos, y esperas poder atrapar así también su corazón. Pero no es así, el amor no es una deuda que saldar, no regala créditos, ni acepta descuentos. 

1 comentario:

  1. Hola Sara:

    bueno el texto,pero eso de que te cojan por la fuerza del brazo en nombre del amor: nada de nada. Yo entiendo la ficción y suscribo alguna de las palabras de este autor; no quiero ser intransigente (ya me conocéis... y recuerda esa OTRA FORMA DE AMAR de Sartre y Beauvoir que hemos visto estos días en clase), pero hay que tener cuidado en la elección de esas mismas palabras.
    Es una novela, pero en la vida real, hay que denunciar dicha actitud.

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