domingo, 19 de febrero de 2012

La vuelta al mundo daré.

Este mundo me enseñó lo más duro de la vida, las raíces de tanto dolor, de las razas repartidas, continentes que veré como los hermanos, tan iguales y distintos a la vez, el más frío y el que va con la libertad unida, el más guapo, el más hostil y ese gran desconocido. Que triste es ver que nunca están unidos, por envidia, por poder, por Alá y por un cristo, por la sangre derramada de las guerras sin sentido y por no quererse amar.
Ya no se tiene ese fuego en la mirada, esa sinceridad que siempre nos mostrábamos. Aquella libertad recortaba sus alas, otra vez la amistad fue la gran traicionada, otra vez se olvidó por lo que se luchaba.

Alfredo González 

1 comentario:

  1. Buen texto, Sara. Ahora cobran más fuerza esas palabras finales. Sé fuerte y sincera contigo misma, son dos mecanismos para saber siempre quién eres y dónde y, sobre todo, con quién quieres estar.

    Ánimo y recuerda la frase nietzschena: "Donde no hay nada que amar, lo mejor es pasar de largo".

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