sábado, 10 de marzo de 2012

Tengo estos huesos hechos a las penas.

Tengo estos huesos hechos a las penas
y a las cavilaciones estas sienes:
pena que vas, cavilación que vienes
como el mar de la playa a las arenas.
Como el mar de la playa a las arenas,
voy en este naufragio de vaivenes,
por una noche oscura de sartenes
redondas, pobres, tristes y morenas.
Nadie me salvará de este naufragio
si no es tu amor, la tabla que procuro,
si no es tu voz, el norte que pretendo.
Eludiendo por eso el mal presagio
de que ni en ti siquiera habré seguro,
voy entre pena y pena sonriendo.


Miguel Hernández 

1 comentario:

  1. Sara: muy buen poema de un poeta muy celebrado y, creo, mal leído.
    "Voy entre pena y pena sonriendo", que gran verso para conservarlo y utilizarlo en los momentos de "crisis". Nadie debería, de todas maneras, borrarnos la risa, que no lo hagan contigo. Hay que ser fuerte.

    Un abrazo.

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